Empleados de la alcaldía y gobernación se toman la iglesia La Ermita de Cali

Desesperados por la falta de atención del Alcalde, Rodrigo Guerrero Velasco y el Gobernador, Ubeimar Delgado Blandón,  un grupo de servidores públicos de la Alcaldía y la Gobernación del Valle, determinaron tomarse se manera pacífica la Iglesia de la Ermita, templo emblemático de Cali, hasta tanto los gobiernos local y departamental, se sienten a la mesa de diálogo e inicien el Proceso de Negociación Colectiva, como lo establece la ley en el Decreto 1092 del 2012.

 “No se justifica que tengamos que irnos a las vías de hecho, cuando la legislación colombiana establece mecanismos de concertación, que tanto la administración municipal y la seccional están desconociendo”,  indicó Nelson Polanía, Presidente Seccional del Sindicato SINALSERPUB – en Cali; quien señaló que ante la falta de una respuesta, el viernes anterior fue necesario instaurar una tutela, para reclamar el derecho a la negociación colectiva y a la libre asociación sindical.

Los representantes de las organizaciones sindicales que agrupan a los servidores públicos, reconocidos por los gobiernos local y departamental, denuncian que estos van en franca violación del Decreto 1092 del 2012, y la circular 09 del 07 de mayo del 2013, de la Procuraduría General de la nación, lo que ha llevado a que 4.500 funcionarios administrativos del Municipio de Cali y  unos 1200 de la Gobernación del Valle, inicien un cese de actividades y la toma de la Iglesia La Ermita.

“Los sindicatos ECOS, SUNET y SINALSERPUB,  quienes presentamos  unificadamente ante ambos gobiernos, los pliegos de negociación de solicitudes, reclamamos el respecto a la Negociación Colectiva de empleados públicos, las condiciones dignas en el Concejo Municipal de Cali, el pago del ajuste de la homologación y primas extralegales y el mejoramiento de las condiciones locativas de nuestras escuelas y colegios, que amenazan ruina”, destacó Nelson Polanía Burgos.

Señaló que como muestra de la crisis administrativa que se está viviendo, se evidencia la falta de recursos en el Concejo Municipal de Cali, que no tiene recursos para su sostenimiento financiero y su funcionamiento.