Editorial

Golpe a prostitución

El domingo pasado las autoridades capturaron a una ex reina de belleza en una fiesta que se realizaba en Barú. Cuatro personas más fueron arrestadas bajo el cargo de tomar parte en una siniestra red de prostitución que explotaba a menores de edad. En la rumba había unas sesenta jóvenes, 25 de las cuales eran menores.

Poco después las autoridades estadounidenses atraparon en Miami a un gringo vinculado con los malhechores. En total van 12 capturados en Armenia, Medellín y Cartagena. Serán juzgados por proxenetismo a inducción a la prostitución.  Por esos delitos cada uno pagaría hasta 14 años de cárcel. Alexandra Ladino, fiscal y directora de Policía Judicial Especializada, declaró que detrás de estas conductas hay una organización transnacional que cobra desde $ 500 mil hasta $ 2 millones por cada muchacha. Por su parte, la embajada de Estados Unidos informó que se logró obtener información según la cual “niñas, en su mayoría entre 15 y 17 años, inmersas en el mundo de la prostitución”. Un norteamericano, Dannis de Jesús, de 45 años,  visitaba a Medellín y Cartagena y solicitaba niñas entre 14 y 15 años “que, a cambio de dinero, se dejen realizar grabaciones en situaciones explícitamente sexuales.” Durante un allanamiento a la vivienda de Dannis se encontró material de pornografía infantil. Se utilizaban locales de masajes, la industria turística y un taxista. Las chicas recibían peligrosas dosis de droga que suministraba la organización criminal.

Se trata de una investigación que merece todo el elogio. Pues las mujeres se estaban perdiendo a temprana edad gracias a las argucias de estas personas. Es necesario que los padres de familia sean más cercanos a sus hijas –y a sus hijos- para evitar que caigan en estas trampas mortales. Deben vigilar sus contactos por computador, pues ese fue uno de los medios que se empleó para contactarlas. A todo este desorden contribuye, sin duda, una buena dosis de ignorancia de las niñas. Y esos sueños falsos que ellas alimentan cuando unos avivatos les pintan pajaritos de oro. Hay que darles sabios y sanos consejos desde que están muy pequeñas. Y alertarles sobre las conductas perniciosas de algunos personajes. Los sabuesos continuarán investigando, aquí y en Estados Unidos, para desmantelar por completo la red.

Los dirigentes del turismo también tienen en estos casos un compromiso sagrado. ¡Mucho cuidado!

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Embutido:

Hay que alertar a las hijas –y a los hijos- sobre los peligros que se ciernen sobre ellos. Hay que vigilarles los contactos que tienen por las redes sociales, que muchos proxenetas utilizan para actividades de prostitución infantil.

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